¿Cuántas veces no hemos deseado no sentir dolor? este pensamiento inmediatamente me transporta a canciones como Poliuretano de División Minúscula "en lugar de carne y hueso, yo quisiera ser de poliuretano, resistencia al dolor". Con esto en mente cuántas veces no hemos querido ser un robot que pueda soportarlo todo? Pues ahora resulta que ni siendo robots nos libraríamos de eso.
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| Esto porque el tema me recuerda a la tercera ley de la robótica |
Investigadores de la Universidad Leibniz de Hannover (en Alemania) acaban de presentar un robot con un "sistema nervioso que enseña al robot a sentir dolor" en la Conferencia Internacional de Robótica y Automatización (ICRA por sus siglas en inglés) realizada en Estocolmo, Suecia. En el proyecto trabajaron Johannes Kuehn y Sami Haddadin (este último es un especialista en la seguridad en las interacciones entre los robots y los humanos).
La pregunta interesante en este asunto es ¿Por qué querríamos robots que "sientan" dolor? La razón es sorprendentemente simple; por la misma razón por la que tu sientes dolor!. La idea del proyecto es tener un robot que reaccione ante estímulos que podrían dañarlo, de esta forma el robot puede evitar sufrir daños que podrían poner en peligro a los seres humanos que trabajen con él.
Acá una demostración del sistema:
Según explican los investigadores en una publicación científica, el robot funciona de forma parecida a la forma en que los animales perciben y reaccionan ante el dolor; el sensores del robot miden estímulos de distintos tipos (de temperatura y presión en este caso) y su intensidad. Dependiendo de la intensidad y del tipo de estímulo el robot reacciona de distintas maneras pasivas: si el robot "sufre" dolor pero no al grado de ser dañado, continúa su trabajo con "estrés"; si recibe un impulso que puede dañarlo, el robot reacciona para evitar daños; y si el robot es dañado, toma una acción de "protección" para evitar daños colaterales que surjan de su daño y esperar ser reparado.
Para saber más:
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