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| ISEE-3 antes del lanzamiento |
Como ha pasado muchas veces, una situación real desafía a la imaginación humana.
La historia comienza en 1978, cuando la NASA junto con la ESA lanzaron al espacio la sonda ISEE-3 (International Earth-Sun Explorer-3) cuyo objetivo era estudiar la interacción entre los campos electromagnéticos del sol y la tierra.
La sonda se "estacionó" en el punto L1 Lagrange, en donde los campos gravitacionales del sol y la Tierra permitieron que la sonda se mantuviera estable.
Años más tarde, el cometa Halley volvería a pasar cerca de la Tierra tras su habitual ausencia de 76 años. Las agencias espaciales más importantes del mundo ya habían preparado sus misiones para esta oportunidad de oro, pero la NASA, por problemas de presupuesto y discuciones internas no tenía preparada ninguna misión. Para evitar un desastre en los medios, la NASA usó la idea de Farquhar; usar la sonda para acercarse al cometa. Fue así como, tras 4 años de estudiar el viento solar, en 1982 la ISEE-3 (renombrada como International Cometary Explorer ICE) fue mandada a estudiar, primero el cometa Giacobini-Zinner en 1985, y después el cometa Halley en 1986.
Tras finalizar su etapa como explorador de cometas, la sonda fue puesta en una trayectoria que la volvería a acercar a la tierra en 2014, mientras tanto la sonda estudiaría las eyecciones de masa coronal y los rayos cósmicos. En 1997 la NASA decidió apagar todos los instrumentos menos la señal portadora de la sonda.
Una década después, en 2008, la NASA apuntó sus antenas al ISEE-3 para comprobar su señal y quedaron sorprendidos al descubrir que la sonda no sólo seguía viva, sino que seguía usando 12 de sus 13 equipos científicos. Farquhar teorizó tomar el control de la sonda para situarla en el punto L1 y volver a usarla, pero el costo para la NASA era demasiado grande en comparación con los beneficios que esperaban, por lo que la idea fue rápidamente descartada.
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| Robert Farquhar con su hija y esposa con la ISEE-3 detrás. |
La NASA pasó de hoja, pero en marzo de 2014 un grupo de Radioaficionados consiguió recibir las débiles señales de la sonda y, tras muchos intentos y cierta presión de los medios, la NASA les ha permitió intentar despertar y controlar la sonda el 31 de mayo (la agencia sólo los apoyaría con información). Entusiasmado el equipo comenzó a idear un plan: si lograban comunicarse con la sonda y si lograban despertarla y si sus instrumentos funcionaban y si quedaba combustible en la sonda, entonces cambiarían su trayectoria para volver a situarla en L1 y revivir la misión, además todo esto tenían que conseguirlo para agosto 10, día en el que la sonda pasaría más cerca de la luna, que sería esencial para modificar la trayectoria de la sonda.
El primer problema al que se enfrentaron fue la falta de dinero, por lo que Dennis Wingo y Keith Cowing organizaron una campaña de crowfunding. La campaña logró captar la atención del mundo, y expertos en el tema comenzaron acercarse, entre ellos el legendario trazador de órbitas Robert Farquhar (quien también trazó la trayectoria de New Horizons). En poco tiempo consiguieron 160,000 dólares.
El segundo problema fue la obsolescencia, la comunicación con la sonda sólo podía efectuarse con tecnología que ya no era usada (esta fue una de las razones por las que también se decidió suspender la comunicación con la sonda en 1999). El equipo resolvió el problema y consiguió que les prestasen la entena gigante de Arcebio a principios de junio, con ella el equipo logró comprobar que todos los instrumentos a bordo funcionaban y comenzaron a determinar una órbita más exacta de la sonda (la de la NASA contenía minúsculos errores).
A mediados de Junio, la NASA que se había mantenido distante, decidió que usaría la Deep Space Network (DSN) para monitorear y comunicarse con la sonda (la DSN es la forma en que la NASA se mantiene al tanto de las misiones y sondas). La siguiente meta que el equipo se propuso fue la de activas los micropropulsores de la sonda para disminuir su giro y prepararla para el cambio de trayectoria, sin embargo, para lograrlo era necesario que la sonda entrase en el modo de localización coherente (MLC). Fueron varios los intentos y, finalmente, el equipo consiguió que la sonda entrase en la MLC el 26 de junio. El 1 de julio la sonda envió sus primeros datos científicos a la tierra y el 2 de julio lograron encender los micropropulsores.
El siguiente objetivo del equipo sería activar los propulsores principales para cambiar la trayectoria, esta maniobra estaría dividida en siete eventos. El primer intento fue un éxito, sin embargo, desde ese momento los siguientes intentos fracasaron, al parecer uno de los gases necesarios (el hidrógeno) se había acabado, aún no se sabe cómo, aunque se cree que la sonda tiene alguna fuga. Una vez aceptado éste pequeño fracaso, el equipo ha decidido pasar al plan B; utilizar los instrumentos de la sonda y recabar la mayor cantidad de información científica que sea posible mientras la sonda continúa su camino.
El proyecto del ISEE-3 Reboot ha marcado un precedente en la historia como la primer misión espacial dirigida por civiles y nuevos planes se están inspirando en ella. Dave Dunham ha propuesto utilizar la sonda WIND, ubicada en L1 para estudiar un cometa en 2018 (de la misma forma en que lo hizo el ISEE-3 en su momento). Hay propuestas para reactivas sondas que quedaron inactivas por falta de presupuesto como GALEX y MOST incluso hay quienes teorizan de hackear satélites soviéticos. En cualquier caso, el entusiasta equipo del ISEE-3 Reboot ha demostrado la capacidad de los radioaficionados y dejará una marca tan perdurable en la historia como el primer paso del hombre en la luna.
Fuentes: |
| El recorrido de la ISEE-3, trazado por Robert Farquhar. |
El primer problema al que se enfrentaron fue la falta de dinero, por lo que Dennis Wingo y Keith Cowing organizaron una campaña de crowfunding. La campaña logró captar la atención del mundo, y expertos en el tema comenzaron acercarse, entre ellos el legendario trazador de órbitas Robert Farquhar (quien también trazó la trayectoria de New Horizons). En poco tiempo consiguieron 160,000 dólares.
El segundo problema fue la obsolescencia, la comunicación con la sonda sólo podía efectuarse con tecnología que ya no era usada (esta fue una de las razones por las que también se decidió suspender la comunicación con la sonda en 1999). El equipo resolvió el problema y consiguió que les prestasen la entena gigante de Arcebio a principios de junio, con ella el equipo logró comprobar que todos los instrumentos a bordo funcionaban y comenzaron a determinar una órbita más exacta de la sonda (la de la NASA contenía minúsculos errores).
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| El centro de control, que en otro tiempo fue un Mc Donalds. |
A mediados de Junio, la NASA que se había mantenido distante, decidió que usaría la Deep Space Network (DSN) para monitorear y comunicarse con la sonda (la DSN es la forma en que la NASA se mantiene al tanto de las misiones y sondas). La siguiente meta que el equipo se propuso fue la de activas los micropropulsores de la sonda para disminuir su giro y prepararla para el cambio de trayectoria, sin embargo, para lograrlo era necesario que la sonda entrase en el modo de localización coherente (MLC). Fueron varios los intentos y, finalmente, el equipo consiguió que la sonda entrase en la MLC el 26 de junio. El 1 de julio la sonda envió sus primeros datos científicos a la tierra y el 2 de julio lograron encender los micropropulsores.
El siguiente objetivo del equipo sería activar los propulsores principales para cambiar la trayectoria, esta maniobra estaría dividida en siete eventos. El primer intento fue un éxito, sin embargo, desde ese momento los siguientes intentos fracasaron, al parecer uno de los gases necesarios (el hidrógeno) se había acabado, aún no se sabe cómo, aunque se cree que la sonda tiene alguna fuga. Una vez aceptado éste pequeño fracaso, el equipo ha decidido pasar al plan B; utilizar los instrumentos de la sonda y recabar la mayor cantidad de información científica que sea posible mientras la sonda continúa su camino.
El proyecto del ISEE-3 Reboot ha marcado un precedente en la historia como la primer misión espacial dirigida por civiles y nuevos planes se están inspirando en ella. Dave Dunham ha propuesto utilizar la sonda WIND, ubicada en L1 para estudiar un cometa en 2018 (de la misma forma en que lo hizo el ISEE-3 en su momento). Hay propuestas para reactivas sondas que quedaron inactivas por falta de presupuesto como GALEX y MOST incluso hay quienes teorizan de hackear satélites soviéticos. En cualquier caso, el entusiasta equipo del ISEE-3 Reboot ha demostrado la capacidad de los radioaficionados y dejará una marca tan perdurable en la historia como el primer paso del hombre en la luna.
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| El equipo del ISEE-3 Reboot Project |
Misión ISEE-3 (NASA)
ISEE-3 Reboot Project (Twitter)
Susurros desde la ISEE-3 (Naukas)
A Spacecraft for all
Hackers del espacio (libro)
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