lunes, 28 de febrero de 2022

La historia y química de las dalias


Hace algunos meses, mientras investigaba sobre le color negro en las plantas, me encontré con la dalia negra. Como en muchas plantas, sus colores eran generados por una combinación de antocianinas, sin embargo, al seguir leyendo sobre las dalias quedé atrapado por la diversidad de curiosidades sobre estas flores

: desde su historia - pasando por sus representaciones artísticas - hasta la creación de compuestos químicos con forma de dalias. No pude dejar la cosa como sólo una descripción de las dalias y su color, así que decidí escribir este artículo.

Las dalias son plantas (aunque normalmente asociamos el nombre solo a la flor) del género Dahlia que, a pesar de sólo tener unas 37 especies (hasta 2012), cuenta con más de 62,000 cultivares a lo largo de todo el mundo, lo que habla de una fascinación de botánicos y fácil propagación. Es originaria de México, de hecho, todas sus especies crecen en territorio mexicano y en 1963 se convirtió en la flor nacional de México.


Algunas especies de dalias, la primera imagen es el fruto de la planta (Carrasco-Ortiz, et al., 2019).

Un poco de historia

Era una planta conocida y cultivada por los aztecas con fines medicinales, ornamentales y alimenticios y es probable que también fuera cultivada en los jardines de Moctezuma. Era conocida como acocoxóchitl “flor de tubos con agua” o cohuanenepilli o “lengua de serpiente” .

La primera representación de una dalia se encuentra en el primer tratado de plantas medicinales de América, escrito por los indígenas y estudiantes del colegio de Santa Cruz, Juan Badiano y Martín de la Cruz en 1552 . Este importante tratado llamado Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis (tratado sobre las hierbas medicinales indígenas) estuvo olvidado casi 400 años hasta que fue redescubierto en la Biblioteca del Vaticano en 1931. Martín de la Cruz lo escribió originalmente en náhuatl y Juan Badiano lo tradujo al latín. En este manuscrito se le llama cohuanenepilli “lengua de serpiente” probablemente por sus usos medicinales. 

Representación más antigua de una dalia (Badiano y de la Cruz, 1552)


La segunda representación más antigua (que aún existe) de una dalia fue realizada por el médico de la corte real, Francisco Hernández, quién viajó a la Nueva España como encargo del rey Felipe II para investigar sobre la historia natural de la región. La expedición partió en 1570 y se trató de la primera expedición científica financiada por un gobierno español. Gracias a la ayuda de sus colaboradores indígenas y tras seis años de expedición, Hernández se retiró a la Ciudad de México en 1576 para escribir su trabajo. En 1577, regresó a España con nada menos que 16 tomos que había logrado completar con la ayuda de su hijo. Sin embargo, su trabajo no fue publicado y Hernández murió al año siguiente. 

Lo poco que fue rescatado y que aún sobrevive fue recuperado por Nardo Antonio Reccho, por órdenes de Felipe II, y se centra en las plantas medicinales de la Nueva España; los escritos originales fueron destruidos por el incendio del monasterio de el Escorial, en 1671. Aún así, el trabajó siguió sin ser publicado y el manuscrito, tras años de pasar de mano en mano, llegó al naturista italiano Federico Cesi. Cesi se encargó de ser el editor ejecutivo y finalmente el trabajo quedó listo para ser publicado en 1628, pero la muerte le sobrevino a Cesi y la publicación del trabajo se retrasó hasta 1651, 73 años después de la muerte de Hernández y casi 100 años después de que se publicara la primera imagen de una dalia. 

Representación de una dalia en Nova plantarum, animalium et mineralium Mexicanorum historia (Francisco Hernández, 1577)


No fue hasta finales del siglo XVIII que las dalias llegaron a Europa, como parte de un creciente interés de los europeos por las plantas del Nuevo Mundo. El responsable de su cultivo y subsecuente diseminación fue el naturalista español Antonio José Cavanilles, quien recibió semillas por parte de Vicente Fernández. José Cavanilles publicó sus observaciones y descubrimientos en icones et descriptiones. Fue la primera vez que se reconoció a la dalia de forma científica, asimismo, Cavanilles bautizó al género como Dahlia en honor al botánico sueco Andreas Dahl. 



Una vez que había logrado cultivarlas, Cavanilles comenzó a enviar semillas a lo largo de toda Europa y en poco tiempo fueron cultivadas en diversos jardines botánicos. En 1803 se incluyó a la Dahlia en la cuarta edición del catálogo Species Plantarum de Linneo, sin embargo, su nombre fue cambiado a Georgina, porque se pensaba que el nombre ya estaba ocupado. Este error tardó varios años en ser rectificado y, al día de hoy, se le conoce como georgina en varias regiones del mundo.


Un poco de química

La variedad de colores que hay es un reflejo de la diversidad genética y de pigmentos que las dalias pueden tener. De forma general, sus colores son provocados por distintas combinaciones de unos compuestos químicos llamados flavonoides. Dentro de esta familia de pigmentos, las dalias suelen tener flavonas, antocianinas y flavonoles; sus combinaciones son las que generan la increíble gama de colores y brillos en sus pétalos. En las dalias negras, por ejemplo, la concentración de antocianinas es mucho mayor que la de flavonas - probablemente por acción de algunas enzimas - y cuando sus pétalos negros envejecen, pierden su color oscuro y se vuelven rojizos. Algunas comunidades indígenas en México aprovechan los pigmentos de las dalias como tintes para ropa.

Estructura general de los flavonoides, a cada anillo se le asigna una letra y pueden tener más grupos enlazados a los anillos.


Algunos flavonoides responsables de los colores de las dalias.

Por su parte, los extractos de hojas de dalias han sido usados para sintetizar nanopartículas de plata de forma más amigable con el ambiente y es muy probable que puedan usarse estos extractos para las síntesis de otras nanopartículas. Curiosamente, los mismo ha ocurrido de forma inversa: se han sintetizado nanopartículas que tienen forma de dalia. Estas nanopartículas no solamente tienen una hermosa geometría, son compuestos podrían ser usados como catalizadores en la purificación de aguas y algunas, que son superhidrofóbicas, podrían usarse para separar aceites que estén contaminando agua. Nuevos métodos para sintetizar este tipo de compuestos y nuevas aplicaciones son campos que se siguen investigando activamente.

Nanopartículas con forma de dalias (Xie, et al., 2017)


Las dalias en el arte

Así como las dalias han fascinado a botánicos y científicos de todo el mundo, diversos artistas de todas partes han plasmado sus interpretaciones de dalias. 

El Jardín del artista en Argenteuil (Monet, 1871)


Dalias (Kateryna Vasylivna Bilokur, 1957)


Dalias en jarrón de Daft (Paul Cézanne, 1873)


Dalias (Pierre-Auguste Renoir, 1890)

Más información

Sobre las dalias en México:
- Mera Ovando, M. y  Bye Boettler R. (2006). La Dahlia, una belleza originaria de México. Revista Digital Universitaria vol. 7 no. 11 

Algunas obras de arte con dalias: 
- http://www.the-athenaeum.org/search.php?s=y&keywords=Dahlias

Sobre la vida de Hernández durante y después de la expedición a la Nueva España:
- Von Hagen, V. W. Francisco Hernandez: Naturalist, 1515-1578. The Scientific Monthly vol. 58 no. 5 

Sobre la historia de las dalias: 
- Sorensen, P. D. (1970). The Dahlia: An Early History. Arnoldia vol. 30 no. 40 

Imagen de portada:
Dahlia 'Nagano' de Mark Twyning

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